miércoles, 28 de diciembre de 2016
Quedan como dos o tres días para que termine el año y hoy en la mañana vi a Pedro Engel y dijo que era bueno hacer un catastro de tu año y agradeciendo a las cosas buenas y malas. Y eso es exactamente lo que haré, pero me propuse dos focos en esta ocasión: lo mejor y lo peor.
El mejor día del año sin lugar a dudas fue aquel cuando me tome esa foto, cuando estoy triste o estresada me gusta volver a sentir lo que sentí ese día: era sábado, no hace mucho, como en noviembre por ahí. Cuidamos a mis sobrinos con mis papás y llegó mi pololo a verme y decidimos ir al centro todos. Sobrinos, papás y pololo a la bonita plaza de San Felipe, y para mí buena suerte justo había una feria como artesanal donde vendían frutillas bañadas en chocolate (me encantan). Comimos eso y paso el rato, mi papá y el Santi se compraron un juguito de piña y seguimos paseando, de ahí mi pololo se fue a su casa y yo fui con mi papá y mis sobrinos a comprar unos destacadores. De ahí encontramos a mi mamá y la agu andaba en patines (tenía a mi mamá muriendo de nervios), nos fuimos al auto y ahí me sentí plena y feliz, en la radio sonó una canción que mis sobrinos cantaban, le subimos el volumen y mientras ellos cantaban "don't let me down" yo estaba feliz, si, de verlos cantar, de ver reír a mi papá y de ver a mi mamá. Totalmente plena, de algo tan simple como un paseo y una canción, ellos se veían feliz y me llene de ellos.
Agradezco a ese día, lo atesoraré en mi.
Y bueno, ahora en lo oscuro hubo uno en especial, hace poco (muy poco) en donde me sentí realmente triste y desconsolada. Me desconcierta ver tristes a las personas que más amo en el mundo. Y en lo personal tuve días malos, pero también les agradezco: sin dolor no te haces feliz.
Y bueno, eso. Agradezco con toda mi alma y mi ser más profundo a mi familia por existir, a mis tres sobrinos por llenar mi corazón de amor, a mi papá por amarme y ser todo el sustento en mi, a mi hermano por su bondad y complicidad, a mi hermana mayor por apoyarme y estar en mi vida, a mi hermana del medio por su fuerza y por estar siempre y a mi mamá por estar ahí, siempre.
También a él obviamente, mi pololo. El más apañador, con esa extraña característica inestable y fuerte, que acompaña a esta mujer de extraño carácter y de aquellos enojos repentinos. Nos seguimos despojando de todo para seguir juntos, para amarnos y complementarnos, acompañarnos, aconsejarnos y valorarnos. Fue un año en el.qje aprendimos mucho, nos caímos varias veces, y nos supimos levantar juntos.
Y por último, a mis amigas. Por estar siempre ahí apoyandome y tener la alegría a flor de piel. En especial a la jobla, mi amiga más especial y que quiero con todo el cucharón, que me prestó su hombro todo el año y me abrió su corazón.
Gracias, gracias y gracias a todos de este año. A lo bueno y a lo malo.
Que sea un 2017 mucho mejor.
Feliz año nuevo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)